¿La mejor crema antiedad es el protector solar?

Hace pocos días ha visto la luz un artículo en la revista Dermatologic Surgery  publicado por un grupo de dermatólogos norteamericanos. En él explican los efectos que tuvo la aplicación diaria a nivel de toda la cara durante un año completo de un fotoprotector (de amplio espectro: con un SPF de 30 –que bloquea el 96,7% de los rayos UVB mientras es activo– y protección frente a UVA y otras partes del espectro lumínico), sin aplicar otros activos antiedad, en un grupo de 33 mujeres de entre 40 y 55 años de piel blanca (fototipos I a III): en todas las participantes se observó una mejoría clara de los signos de daño solar que presentaban al principio. Así, lo que más mejoró fue la textura, claridad y homogeneidad de la piel.

Este artículo contribuye a confirmar lo que decimos día a día los dermatólogos en la consulta: cualquier persona preocupada por su salud y por envejecer de forma elegante y discreta debe recordar la importancia de la fotoprotección (con el uso consistente de cremas, sin olvidar los medios físicos –ropa, sombreros, gafas de sol...–), que contribuye tanto a prevenir la acumulación de daños derivados de la luz solar (futuros) como a revertir parte de esos daños ya acumulados en la “memoria” de nuestra piel (pasados).

La protección solar se debe considerar todo el año, dado que, en España, el 80% de la radiación solar que recibimos durante el año es en época de no verano. Por supuesto, la incluimos en el protocolo antiedad que proponemos desde la Clínica Dermatológica Internacional, y en los protocolos cosméticos personalizados que día a día diseña nuestra compañera Sandra Ibáñez, enfermera y asesora cosmética de la Clínica Dermatológica Internacional (cuyo blog puede consultarse desde: Cómo cuidar mi piel).

En cualquier caso, no conviene olvidar que un plan dirigido a cumplir años de la mejor manera posible implica no solo por protegernos del sol y emplear cosméticos adecuados: ha de basarse en unos hábitos de vida saludables (dieta saludable, ejercicio físico regular y salud emocional), y puede complementarse con las múltiples técnicas que hay disponibles.
 

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