Trabajo reemplazado por robots: ¿Qué soluciones se plantean ante este cambio de paradigma? (II)


En la entrada anterior hice referencia a las proposiciones de cambios en la regulación para convertir a los robots legalmente en “personas electrónicas”. Estas son las primeras iniciativas que se están llevando a cabo para intentar responder a la pregunta de ¿qué va a pasar cuando los robots reemplacen a los seres humanos en determinados trabajos?

Lo primero, han de sentarse las bases de un uso seguro, adecuadamente regulado y responsable de las tecnologías de inteligencia artificial. Para ello, se precisa una reflexión detenida de sus implicaciones. En este sentido, la asociación Future of Life (https://futureoflife.org/) ha lanzado un manifiesto (abierto para su firma por cualquiera que lo quiera apoyar: https://futureoflife.org/ai-open-letter) dirigido a que la investigación que se haga en este campo vaya no solo a mejorar la tecnología en sí, sino también el uso y la utilidad social que puede tener.

Referentes como Bill Gates proponen que los robots que se hagan cargo del trabajo que antes ocupaba una persona paguen impuestos como lo haría esa persona (https://qz.com/911968/bill-gates-the-robot-that-takes-your-job-should-pay-taxes/). Esto permitiría, por una parte, dedicar estos recursos a generar nuevos puestos de trabajo, mejorar los trabajos existentes y permitir una sostenibilidad de la economía y de la sociedad.

Por una parte, algunos países están abogando por implantar una renta básica universal para cada ciudadano (definida aquí: https://es.wikipedia.org/wiki/Renta_b%C3%A1sica_universal ; en este artículo, haciendo referencia al ejemplo de los restaurantes automáticos que introduje, se habla de que, aunque en el momento presente sería un reto implantarla, ha de  considerarse la posibilidad de hacerlo en un futuro: http://www.npr.org/2016/09/24/495186758/as-our-jobs-are-automated-some-say-well-need-a-guaranteed-basic-income).

Con este futuro por delante, ¿en qué se centrarán los trabajos realizados por la mayor parte de personas?

En trabajos “humanos”, que requieran flexibilidad, empatía y cercanía: educación a grupos más pequeños, asistencia a personas mayores y con diversidad funcional son solo algunos ejemplos... y en algunos casos, hoy por hoy, no están recibiendo toda la atención que merecerían. Así pues, si se dirige de una forma responsable y ética, es posible que esta “revolución de los robots” tenga consecuencias muy positivas.


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